Buenas,
Quisiera dedicar unas líneas a la escritora y pedagoga, recientemente fallecida, Josefina Aldedoa. Autora de enorme sensibilidad, fuerza y sencillez en su manera de narrar, y fuertemente comprometida con el mundo de la docencia (al que ofreció su "Colegio Estilo" de influencias vinculadas a la Institución Libre de Enseñanza), estableció para mí, algunas de las bases en mi forma de concebir la enseñzanza.
A lo largo de la carrera de magisterio, y en años posteriores de modo personal, tuve la oportunidad de leer su trilogía dedicada a la enseñanza: Historia de una maestra (1990), Mujeres de Negro (1994), La fuerza del destino (1997). Novelas breves en edición de bolsillo de muy fácil y entretenida lectura.
Especialmente es en la primera novela donde Aldecoa recrea la vida de una maestra (Gabriela) en la época de la República y las décadas posteriores: su formación durante la carrera, su preparación de oposiciones, las primeras experiencias, su primer destino en firme, las vicisitudes para enseñar a los niños/as en torno a poblaciones agrícolas o de la sierra; la búsqueda de recursos y materiales, las inevitables interferencias entre la educación y los intereses políticos o económicos del momento, la necesidad de atender al alumnado desde lo propiamente escolar pero también en cuanto a sus necesidades personales o familiares etc. Gabriela pasa por distintas situaciones que le harán reconocer la distancia entre lo estudiado y lo vivido, replanteándose hasta que punto es necesario "formar", "instruir" y "hacer cuestionar" para enriquecer la vida de los demás, dándoles, por otro lado, mayores oportunidades en el plano social y profesional.
Distintas realidades (duras en la Historia de España), se entrecruzan en la vida de la protagonista, haciéndola más difícil y dubitativa, pero no menos firme, en su vocación continua por enseñar y en su convicción plena de que es la educación la verdadera clave para un mundo mejor.
Saludos!
Inma Raquel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario